Procede del griego y significa “los libros”. De hecho, “Biblos” fue el nombre que dieron los griegos a la ciudad fenicia de Guebal (Ez 27,9), situada 40 km al norte de Beirut, en Líbano, que fue el lugar más importante para el comercio de papiro traído de Egipto. Del griego pasó al latín y del latín a las lenguas occidentales, como una palabra singular y femenina que designa la colección de libros sagrados de los judíos y cristianos.
Nunca en la historia ha habido otro libro con mayores ventas en todo el mundo, se estima que se han vendido entre 5 y 6 billones de copias, seguido del libro de Harry Potter con 1 billón de copias, superando casi por 6 veces el número de copias vendidas de uno de los cuentos de ciencia ficción más conocidos en el mundo.
Se descubrieron papeles antiguos escritos en hebreo que contenían los diez mandamientos, en el mediterráneo, impresionantemente estos escritos son exactamente iguales a los de nuestras Biblias actuales, los originales se encuentran actualmente en el museo de historia en Washington.
Las profecías de las cuales habla la Biblia, se han ido cumpliendo a detalle y sin falta, y aunque algunas de ellas aún no se cumplen podemos asumir que se cumplirán pues todas las demás se han cumplido en el pasado, teniendo evidencia histórica que respalda estos hechos. No solo coinciden las profecías y promesas escritas en la Biblia, sino también son precisas. La Biblia es una recopilación de escrituras que fueron trascendiendo históricamente debido a la relevancia y verdad de sus profecías, inclusive durante los años en los que se escribieron los originales, había profetas falsos, pero solo trascendían las escrituras las cuales se podía comprobar que eran verdaderas por medio de su cumplimiento y validez, a lo que conocemos que profetas que tenían inspiración divina.
El ciclo del agua fue descubierto aproximadamente en el siglo XVII, el hecho se encuentra en el libro de Eclesiastés (Eclesiastés 1:7), el cual fue escrito aproximadamente en el 945 A.C. lo mismo que el descubrimiento de Colon, casi 2000 mil años después fue descubierto.
No hay una biblia católica, evangélica o Biblia cristiana, todas las Biblias provienen de la misma fuente, no importa su traducción o idioma, todas provienen de los originales en Hebreo, Griego y Arameo. Lo que varía son las interpretaciones personales y de religión, y la discusión sobre los libros “Apócrifos” o “Deuterocananonicos”, sin embargo se cree por expertos universalmente que los libros de inspiración divina son únicamente 66, que van del Génesis al Apocalipsis en el orden de Cipriano de Valera (Revisión 1960).
No hay otro libro que tenga más respaldos de los escritos originales que la Biblia, en la antigüedad antes de existir las impresoras, cuando un autor hacía una copia a mano de las escrituras, se verificaba en un proceso en el cual se contaban el número de letras, puntos y comas, si este no coincidía exactamente en número con la escritura original, entonces la copia era re-escrita, por ello nuestras actuales Biblias dicen exactamente lo mismo que los escritos antiguos originales.
La Biblia tiene un sentido completo y absoluto, coincide en su totalidad, no tiene contradicción alguna y el mensaje se ha comprobado a través de miles de años, que transforma vidas, por esa razón se le considera Biblia sagrada.
La arqueología siempre coincide con la Biblia, esto es un comentario escrito en un artículo ya algunos años: “Arqueólogos israelíes han descubierto en Jerusalén un sello de unos 2 mil 500 años de antigüedad que, según algunos expertos, confirma la teoría de que la Biblia se puede emplear como fuente de documentación histórica.”
La ciencia no se encuentra en conflicto con la Biblia, sino ambas se confirman una con la otra, por ejemplo las profecías concuerdan con datos históricos, los hechos del universo como los comienzos (Big Bang) descrito en cosmología concuerdan con lo escrito en el Génesis, etc. Por cada dato que puedas encontrar sobre evolución o que apoye la evolución, encontraras 20 que apoyan la Biblia.
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