La inspiradora historia del niño que ha saciado la sed de medio millón de africanos.






No se trata de la típica campaña publicitaria orquestada bajo manta de alguna sociedad pro-vida. Es, simplemente, el recuerdo adulto de la lección infante que nos enseño en su día el mismísimo Saint-Exupéry a manos de su “Principito”

Ryan Hreljac contaba con 6 años de edad cuando una conversación con su profesora de primer grado, le cambió la vida. Ella le h

abló a la clase sobre la gente de África, quienes pasan por grandes dificultades para obtener agua pura y acceso a los pozos. Sin ésta necesidad humana básica, la gente, en especial los niños, pueden enfermarse y a veces morir. Profundamente conmovido, Ryan persuadió a sus padres para que le pagaran por hacer trabajos domésticos extra y finalmente obtuvo $75 que él penso se necesitarían para perforar un pozo. (A esa edad no tenia una nocion clara del dinero).



Susan acompañó entonces a su hijo a la oficina de la Watercan para entregar sus ahorros. La directora ejecutiva Nicole Bosley explicó al encorbatado niño que con 70 dólares solamente se puede adquirir una bomba de mano. Para perforar un pozo se necesitarían unos 2000. A lo que Ryan contestó:

¿Tendré que hacer más quehaceres entonces.?






Ryan no se dió por vencido.

Se mantuvo sumamente ocupado realizando más tareas e incrementando su colecta. Meses más tarde, Ryan finalmente recolectó los $2,000 y el resto, “como dicen”, es historia. Envió el dinero a WaterCan y en enero de 1999, los Médicos Canadienses para el Apoyo y Alivio (CPAR, por sus siglás en inglés) perforaron un pozo a un costado de la escuela primaria Angolo al norte de Uganda, con los fondos recaudados por Ryan y muchos más.

Desde que aquel primer pozo se perforó en Uganda en 1999, RyansWell.ca tiene, con el apoyo de organizaciones tales como WaterCan, CPAR, CIDA (Agencia Canadiense Internacional de Desarrollo), y Liberen a los Niños, reunidos fondos por cerca de $800,000 para proveer de agua pura a la gente de África. De acuerdo con su madre, Susana, muchos otros han ayudado a lo largo del camino, incluyendo su escuela Santa Cruz, Niños del Milenio, UNICEF, Rotary, la Organización Mundial de la Salud, Mundo Internacional de Niños y Agua Pura.


En los pasados 18 meses Ryan ha viajado a través de Canadá, Australia, Sudáfrica, Los Estados Unidos, China, Japón e Italia para motivar e inspirar a otros a expandir su “dandelion (Diente de León) de esperanza”.

La Fundación del Pozo de Ryan ha apoyado proyectos de agua y sanidad que han sido concluídos o están en proceso en Uganda, Malawi, Nigeria, Kenya, Etiopía y Tanzania. Ryan ha conocido a mucha gente famosa de todo el mundo y ha sido incluso bendecido por el Papa pero él insiste en que es “tan sólo un chico normal”. Su madre, Susana, comenta: “Ryan trata a todo el que conoce de la misma forma. En su corazón todos hacemos una diferencia tanto si somos Primeros Ministros, ayudantes de estaciones de gasolinerías o estudiantes de séptimo grado. Él cree de corazón que una niña de 5 años de edad de la Florida quien le mandó 5 centavos por realizar tareas de casa es tan importante como la del hombre de Dubai quien le envió 5,000 Dólares.”

Lo que convierte esta entrañable historia en un ejemplo para nuestro legado heroico es la precocidad, el empeño y la perseverancia de un niño de tan sólo 6 años por imponer sus ‘crudas’ convicciones. El magnetismo de sus acciones ha contagiado a miles de empresas y personas mayores que él, tal vez humilladas en la comparación objetiva. Todo ello ha permitido, a través de lo que Ryan describe como el “Ripple Effect” (efecto Onda); que el sueño de un niño por tener “Agua potable para todos” se convierta, poco a poco en realidad.

Una bonita y entrañable historia cimentada en los sueños de un niño y consolidada en las inquietudes de un adolescente. Ryan no ha parado desde aquella mañana de enero de 1998. Su hazaña, que reside en su obcecación constante por llevar un bien primario a todos los rincones del mundo, ha conducido a su fundación a la recaudación de varios millones de dólares.

Vista la historia me gustaría que comentaras lo que sentiste al conocerla. Si el consuelo por lo ejemplar de su precocidad o la humillante sensación de pérdida de sabiduría con la edad.

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