La trágica historia de Rosalie, la hermana de Edgar Allan Poe







La figura de Edgar Allan Poe y su obra son mundialmente conocidas, así como sus increíbles frases y pensamientos, la tragedia envolvió su existencia y la muerte le llegó de forma temprana. Su hermana menor, Rosalie, compartió con él los primeros años de su vida que seguramente lo marcaron para siempre. Acompáñanos a conocer como fue ese período inicial y la trágica historia de Rosalie, la hermana de Edgar Allan Poe.

La triste historia de Rosalie, la hermana de Edgar Allan Poe

David Poe Jr. (1784-1811) y Elizabeth Arnold (1787-1811) tuvieron tres hijos. William Henry Leonard y Edgar, nacidos en Boston en 1807 y 1809 y Rosalie, nacida en Norfolk, Virginia, en 1810. Ambos progenitores eran actores. Unos meses antes de que naciera Rosalie, el padre, David, abandonó a la familia y murió poco después. Eliza siguió con la compañía teatral y durante una gira por el sur, en la ciudad de Norfolk, nacería Rosalie. Para seguir con su trabajo, dejó al mayor de sus hijos, Henry, con sus padres yabuelos maternos del niño y se trasladó a Richmond.


Edgar y Rosalie, debido al trabajo y la precaria salud de su madre, eran dejados al cuidado de una niñera que para mantenerlos tranquilos les hacía ingerir alcohol y opio.

Elizabeth murió el 8 de diciembre de 1811, no se sabe con certeza si debido a una neumonía o a la tuberculosis. Tenía 24 años. Su hijo mayor permaneció con sus abuelos tomando la profesión de marino y poeta amateur, muriendo también los 24 años. Edgar, que lo admiraba profundamente, llegó a utilizar durante un tiempo un seudónimo basado en el nombre de su hermano “Henri Le Rennet”. Los dos pequeños quedaron en manos de sendas familias: Edgar en casa de los Allan, de los que tomó el nombre, si bien nunca lo adoptaron y Rosalie en casa de su tía Jane, apellidada Mackenzie por matrimonio, que ya en otros momentos había ayudado a los Poe económicamente.


Rosalie cuya salud estaba deteriorada, posiblemente por la ingesta de alcohol y drogas durante su primera infancia, padeció una meningitis a los 12 años que la dejó muy limitada mental y físicamente. Se sabe que siguió en contacto con su hermano Edgar durante su infancia, ya que eran prácticamente vecinos y más adelante éste visitó con cierta frecuencia la casa de los Mackenzie. A la muerte de Jane y tras la ruina que sobrevino a la familia al finalizar la guerra civil, no pudieron hacerse cargo de Rosalie que se vio obligada a vivir en la calle. Sus hermanos habían muerto ambos y sobrevivía vendiendo reproducciones de los daguerrotipos de su hermano Edgar.


En 1870, el estado se hizo cargo de ella y fue a parar a un asilo donde moriría cuatro años más tarde. Fue la última de los tres hermanos en morir, pero su vida también fue tremendamente trágica.





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