
La presencia de internet es una de las principales causas de distracción hoy en día. A la hora de tener que estudiar o ir a pagar unas cuentas, cualquier página de internet te parece entretenida, y cuando te preguntas cuánto tiempo pasó te das cuenta que pasaron unas suculentas horas.
Motivos para dejar todo hasta el último momento
1. Te preocupa el fracaso
Puede volverse tentador aplazar tareas por miedo al fracaso, pero, ¡no puedes fracasar si ni aunque sea lo intentas! Este es, claramente, un razonamiento totalmente improductivo. Encarar tus miedos te ayudará, eventualmente, a superarlos o a controlarlos.
2. No eres una persona con mucho autocontrol
Todos diferimos en nuestra personalidad, no todos poseemos el mismo grado de autocontrol. Sin embargo, hay un límite en el cual tus niveles de autocontrol pueden interferir en tu productividad. Dejar las tareas para después es más común en personas que no tienen la disciplina para completar tareas en tiempo y forma.
3. No haces una lista de tareas
Puede pasar que dejar todo para el final sea resultado de nuestra mala memoria. Si por alguna razón aplazas una tarea y te la olvidas por completo entonces estamos en problemas. Si eres una persona que no se caracteriza por retener información entonces tener recordatorios o listas de tareas podría funcionar.
4. Subestimas los tiempos
Probablemente sea el ítem favorito de los estudiantes. ¿No te ha pasado eso de dedicarle solo un día a un parcial cuando realmente merecía unos cuantos días más? Es tentador desentenderse de una tarea o proyecto cuando crees que tienes tiempo de sobra para encararlo.
5. Eres perfeccionista
Si eres perfeccionista probablemente te salgas con la tuya, posponiendo la tarea indefinidamente. Sin embargo, también es tentador dejar la tarea en un segundo plano porque te sientes preocupado de no lograr un producto perfecto. No siempre nos salen las cosas tal y como las pensamos.

Motivos para dejar todo hasta el último momento
1. Te preocupa el fracaso
Puede volverse tentador aplazar tareas por miedo al fracaso, pero, ¡no puedes fracasar si ni aunque sea lo intentas! Este es, claramente, un razonamiento totalmente improductivo. Encarar tus miedos te ayudará, eventualmente, a superarlos o a controlarlos.

2. No eres una persona con mucho autocontrol
Todos diferimos en nuestra personalidad, no todos poseemos el mismo grado de autocontrol. Sin embargo, hay un límite en el cual tus niveles de autocontrol pueden interferir en tu productividad. Dejar las tareas para después es más común en personas que no tienen la disciplina para completar tareas en tiempo y forma.

3. No haces una lista de tareas
Puede pasar que dejar todo para el final sea resultado de nuestra mala memoria. Si por alguna razón aplazas una tarea y te la olvidas por completo entonces estamos en problemas. Si eres una persona que no se caracteriza por retener información entonces tener recordatorios o listas de tareas podría funcionar.
4. Subestimas los tiempos
Probablemente sea el ítem favorito de los estudiantes. ¿No te ha pasado eso de dedicarle solo un día a un parcial cuando realmente merecía unos cuantos días más? Es tentador desentenderse de una tarea o proyecto cuando crees que tienes tiempo de sobra para encararlo.

5. Eres perfeccionista
Si eres perfeccionista probablemente te salgas con la tuya, posponiendo la tarea indefinidamente. Sin embargo, también es tentador dejar la tarea en un segundo plano porque te sientes preocupado de no lograr un producto perfecto. No siempre nos salen las cosas tal y como las pensamos.
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