
La forma en la que manejan las personas inteligentes a las
personas tóxicas dice mucho de sus habilidades psicológicas. No se dejan
avasallar, saben poner límites y son conscientes del impacto que esas dinámicas
desgastantes tienen en la propia salud. Así, uno de los mejores regalos que
podemos hacernos es aprender a neutralizar y gestionar todas las estrategias
que aplica este tipo de perfil.
Algunos sociólogos y expertos en psicología social se
aventuran a decir que vivimos en tiempos con un grado alto de toxicidad. Somos
conscientes de que nos hemos acostumbrado a escuchar con exceso este término y
que a veces no sabemos dónde está el límite. Ahora bien, si hay algo que está
claro es que vivimos un momento marcado por la inestabilidad y la incertidumbre
y todo ello se impregna en muchos de nuestros contextos cotidianos.
Las personas tóxicas
no solo lesionan a los demás emocionalmente, también son una amenaza para la
salud. Asimismo, algo que se ve con frecuencia es el hecho de que cuando el
comportamiento tóxico se arraiga en un entorno, la mayoría de sus miembros
acaban aplicando conductas dañinas y cínicas.
Tanto es así que, tal y como nos revelan diversos estudios,
si hay un escenario donde abunda el comportamiento tóxico es en el
trabajo.Sobre todo en aquellos entornos laborales donde la productividad es
clave. Es ahí donde aparece la desconfianza, la competición, las envidias, la
frustración y esos daños personales que atentan a todo el bienestar sistémico
de la organización.
Ahora bien, tal y como sabemos, tampoco faltan ese tipo de
presencias en el ámbito familiar. Personas que por su personalidad o situación
particular despliegan conductas dañinas hacia sus hijos o parejas. En estos
últimos casos, el impacto y el desgaste pueden ser mayores porque se les añade
un componente emocional, un vínculo de cercanía.

¿Cómo manejan las personas inteligentes a las personas
tóxicas?
La forma en que manejan las personas inteligentes a las
personas tóxicas responde a una serie de factores. El primero es la asunción
simple y evidente de que todo comportamiento tóxico carece de lógica.Entender
esto nos ayudará mucho. Lo hará porque dejaremos de dar tanta relevancia a una
serie de actos y palabras que carecen de sentido, ahí donde se busca casi de
forma exclusiva proyectar el malestar, la frustración y las emociones negativas
sobre alguien.
En segundo lugar, hay un aspecto que no podemos dejar de
lado. Tal y como nos reveló un trabajo del Departamento de Psicología Clínica y
Biológica de la Universidad Friedrich Schiller, en Alemania, la exposición
continua a esta serie de dinámicas afecta a nuestra salud cerebral.
Experimentamos mayor estrés, ansiedad, agotamiento y
problemas para concentrarnos y pensar con claridad. Tener claro este detalle
desde un principio nos animará a establecer adecuados límites. Veamos por tanto
cómo manejan las personas inteligentes a las personas tóxicas a través de las
siguientes claves.
Se enfocan en las soluciones no en los problemas
Cuando en nuestro entorno habita una persona tóxica vivimos
en constante amenaza. Es como ver a diario la aleta de un tiburón rondando a
nuestro alrededor. Así, y de algún modo, nos preocupamos más por su presencia,
por aquello que dice, no dice, hace o no hace que en aplicar estrategias para
que esa presencia no nos afecte tanto.
Las personas inteligentes se orientan más en buscar
soluciones que en centrarse en el comportamiento tóxico. En cuanto algo les
inquieta o les molesta reaccionan al instante.
Hay que poner límites lo antes posible
Sabemos ya que hay que tener una buena capacidad de
respuesta. Sin embargo, ¿qué tipo de acción es la que debemos emprender para
frenar el comportamiento tóxico? Bien, lo que debemos saber es que en estos
casos no siempre vale la huida o nos es posible poner distancia.
Hay que poner límites, barreras de protección. Para ello hay
que dejarle claro a la persona en cuestión que sus actos tienen consecuencias.
Que no todo es permisible, que ciertas conductas duelen y crean malos entornos.
Debemos dejarles claro de forma temprana cuáles son nuestras
líneas rojas, esas que no vamos a permitir que sobrepasen.
Adecuado control emocional
Hay que ser plenamente conscientes de nuestros estados
emocionales. Si experimentamos desgaste o agotamiento psicológico hay que
gestionar esa situación. Lo primero, entender que nadie tiene por qué
arrebatarnos la alegría o la calma. Lo segundo, no dar excesiva relevancia en
nuestra vida a quien sencillamente, no se gana su puesto en ella.
Puesto que nunca es posible poner distancia física lo mejor
es poner distancia emocional, abrir nuestro paraguas y protegernos.
La empatía cognitiva ante la persona tóxica
Aplicar una empatía cognitiva siempre será más preferible a
la empatía emocional en estos casos. ¿Qué queremos decir con ello?
Sencillamente que es muy recomendable ser capaces de entender por lo que puede
estar pasando la persona tóxica. Tal vez tras ese rostro y esas dinámicas
agotadoras haya un perfil con una depresión encubierta. Alguien con baja
autoestima o con problemas personales.
La empatía cognitiva nos permite comprender realidades
ajenas sin impregnarnos de sus emociones. Y esto último es sin duda altamente
recomendable. Una estrategia que define al modo en que manejan las personas
inteligentes a las personas tóxicas.
Técnica que manejan las personas
inteligentes a las personas tóxicas
Cuidan de su salud y bienestar
Podemos tener a una o varias personas tóxicas a nuestro
alrededor. Podemos incluso manejarlas con efectividad. Sin embargo, hay algo
que no hay que perder de vista ni un solo día: la propia salud. De ahí que
debamos dar prioridad a nuestra alimentación, tiempos de descanso y ocio.
Aprender a desconectar y a no pensar en estos perfiles psicológicos
no permitirá ganar en calidad de vida. Queda claro que cuesta bastante, ya que
hablamos de personas expertas en poner zancadilla. No obstante hagámoslo,
seamos esas personas inteligentes que saben vivir, también, por encima de estas
circunstancias.
Me ha encantado este artículo. Justo voy trabajando esta parte de mi vida. Cómo no dejar que las personas tóxicas afecten mi estabilidad emocional.
ResponderEliminarMi enfoque central es concentrarme en soluciones a los problemas en lugar de dejarme llevar por la ansiedad el estrés y la tristeza.
Creo que reconocer que las personas tóxicas están tratando de quitar mi estabilidad me ayuda a aferrarme a no perderla no soltarla.