
Victor Küppers, holandés de 48 años, es uno de los
conferencistas más afamados del mundo, con un currículum verdaderamente envidiable,
estudios económicos, doctorado en humanidades. Pero nada de esto le frenaba la
posibilidad de sufrir un accidente como el que vivió y lo postró a una cama
durante 6 meses, tiempo “que da para mucho” según cuenta.
El holandés cuenta que durante ese tiempo descubrió su
verdadera vocación, Hoy es uno de los formadores más prestigiosos, sus
conferencias sobre motivación y ventas son escuchadas por miles de personas y
las empresas se lo rifan, pero él le resta importancia: “Solo soy un tipo con
mucha suerte”.
Dificultad en equipos
Aclara sobre la dificultad de manejar un equipo para hacerlo
exitoso controlando los egos y apela a los líderes: “En las empresas lo que veo
es que hay muchos jefes muy merluzos, y para ser buen jefe tienes que tener la
mentalidad de querer ayudar a tu equipo: a ser mejores personas, mejores
profesionales, y hay muy pocos jefes que tengan esa mentalidad.”
¿De dónde viene la motivación de un motivador?
Muchas personas se cuestionan la motivación de este tipo de
profesionales que viven de motivar a otras personas, pero Victor da una simple
explicación: “Yo tengo muchos días malísimos, lo que pasa es que tengo la
suerte de que como explico siempre estos conceptos al final me los voy
creyendo. Yo creo que lo fundamental es encontrarle sentido a lo que haces:
cuando encuentras el sentido de tu vida, eso es lo que motiva. El secreto de la
pasión es tener un propósito, cuando tienes un propósito (tu trabajo, tu
familia, lo que sea…) entonces la motivación es más fácil de conseguir, y es
más fácil de asumir tu día a día, tus preocupaciones. Es como tener una
misión.”
Las personas todos los días se despiertan pensando en lo que
tienen que corregir y sus malas situaciones, sin pensar en lo que han sido
privilegiados, según explica “vivimos en bucle y solamente vemos lo negativo,
lo que no nos gusta, y a veces necesitamos parar y comprobar que todo lo que
tenemos alrededor no funciona mal. Todos tenemos cosas buenas, pero las damos
por descontadas. Entonces no las valoramos. Los expertos dicen que hay que
valorar lo positivo, disfrutar de lo que tienes y no centrarte en lo que no
tienes”.
Proponerse los cambios
“Si no te gusta tu vida, tienes que saber en qué falla y qué
vas a hacer. Si no te gusta tu trabajo, qué vas a hacer; si no te gusta tu
pareja, qué vas a hacer; si no haces nada, las cosas no van a cambiar, tienes
que cambiarlo tú. Si no acabas en el mismo sitio. Tenemos una cultura en que la
gente está muy dispuesta a quejarse, pero poco dispuesta a hacer cosas para
cambiar.”
¿Porqué nos cuesta tanto ver el lado bueno?
“Vivimos en una sociedad en la que todos queremos una vida
de película. Que todo sea maravilloso, los padres perfectos, el profesional
ideal, tener el físico ideal, la pareja ideal y eso es inalcanzable. Siempre va
a haber algo de insatisfacción en tu vida, por eso hay que dejarse influir
menos y centrarse en lo que uno quiere realmente, en lo que tú necesitas para
ser feliz, y verás que no necesitas tantas cosas. Pero esto es una pelea, vivir
en el mundo de Instagram, de las redes sociales, del aparentar, del parecer… Es
el mundo del envoltorio y el nivel de exigencia para que el envoltorio sea
bonito es tan extremo que genera mucha frustración.”

¿Podemos cambiar?
“La gente sí cambia, pero tienen que querer. Tú eres como tú
quieres ser. Hay algo que se llama la neuroplasticidad del cerebro que lo
explica: no es que seas así y ya no puedas cambiar. No, no. Tú eres un cenizo
porque te da la gana de serlo y tú eres una persona alegre porque te da la
gana, salvo que tengas dramas en tu vida. Si todo el mundo está más o menos
sano y llegas a final de mes, y no tienes problemas gordos, a partir de aquí
puedes luchar para vivir con alegría.”
¿Cómo nos llenamos de felicidad?
“Hay muchas: disfrutar de cada momento, ponerte ilusiones,
centrarte en lo positivo, decirle a las personas que quieres que las quieres,
algo que parece muy cursi, pero no lo es. Los expertos dicen que la forma más
eficaz y rápida es ser amable. Si eres amable con los demás, es imposible que
tú no te sientas bien. Ese es el reto: humanizar el día a día, la gente no se
saluda, no se da los buenos días… Ser amable es un chollo, te sientes mejor y
es gratis. Lo último en Psicología Positiva va por ahí, gestionar los
micromomentos en que estamos con otras personas: ser amable, cariñoso, ser
afectuoso. Eso no es cursi, eso es ser humano.”
Frase para la vida
“La que más digo en las charlas es una de la madre Teresa de
Calcuta: “Que nadie se acerque jamás a ti sin que al irse se sienta un poco
mejor y más feliz. Los que somos de pueblo lo entendemos bien: es práctica, es
sencilla y si se puede aplicar a ti, saldrás por la puerta grande.”
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