
Cuando se pregunta por el más perezoso, por el más
problemático, por el más irresponsable, por la oveja negra de la familia, más
bien, se suele dirigir la mirada hacia el segundo hijo. Mucho se ha hablado
sobre los segundos hijos o los hijos “del medio” y los efectos que la dinámica
familiar puede tener sobre estos niños, que en muchos casos pueden sentirse
fuera de lugar o insuficientes en comparación con sus hermanos mayores y
menores. Hasta entonces, no había demasiado sustento más allá de la presunción.
Sin embargo, ahora que un grupo de científicos ha asegurado
que “la maldición del segundo hijo” es real, el hecho cobra relevancia y más
aún cuando la ratifica el Instituto Tecnológico de Massachusetts.

Sabemos que los primogénitos suelen ser más inteligentes que
sus hermanos posteriores, o al menos eso es lo que han revelado varios
estudios, pero ahora los hermanos mayores tienen algo más con lo que
“pavonearse” de los más pequeños. De acuerdo con un nuevo informe de Joseph
Doyle, economista del MIT, la “maldición del segundo hijo” podría ser
verdadera. Doyle y sus colegas Sanni Breining, David Figlio, Krzys Karbownik y
Jeffrey Roth recorrieron miles de conjuntos de datos y descubrieron que los
niños nacidos en segundo lugar (específicamente los varones) tienen una enorme
probabilidad de tener problemas serios en la escuela, precisamente entre un 25%
y un 40%, en comparación con los primogénitos de la misma familia.
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