
Invasión de osos polares, el miedo se generaliza por todo el
lugar, parece una escena sacada de una película, pero no lo es. Desde diciembre
del año pasado, 2018, los 3000 habitantes de Novaya Zemlya, ubicado en la zona
ártica, noroeste de Rusia, han tenido una singular visita: 52 osos polares han
invadido su pueblo.
La triste razón de todo esto es que estos animales no están
ahí por gusto, sino que han sido literalmente obligados a moverse a causa del
calentamiento global.

El hielo a comenzado a derretirse y no se detiene, por lo
que deben moverse, es eso o morir de hambre. Pero, ¿qué los obliga exactamente
a irse de sus hogares?, sencillo, los osos tienen una alimentación basada en
focas, sin embargo, estas necesitan del hielo marino.
Pero al ocurrir el deshielo desmedido, trae alteración en la
vida de las focas y por lo tanto, también de los osos, quienes deben salir del
hielo, o del poco que queda, para buscar comida que ya no encuentran donde
salían tenerla.
Osos polares en contacto con personas
Son un total de 52 osos, algunos de ellos agresivos, está
hambrientos, y es comprensible. El miedo es general y son muchas las personas
que temen salir de sus casas; incluso, algunos padres de familia, se asustan al
pesar que sus hijos vayan a la escuela.
Estos animales nunca habían tenido contacto con seres
humanos, y es lógico, no habían tenido la necesidad de salir del hielo. Esta
situación es delicada, por un lado, los habitantes de la zona pueden estar en
peligro por los hambrientos mamíferos.
Por otro, estamos hablando de osos polares, animales en
peligro de extinción, cuya caza está prohibida.
Protegidos, por un lado, pero expulsados, no por la
naturaleza, sino por las consecuencias de la sobre explotación natural y sobre
producción realizada por los mismos humanos.

¿Qué están haciendo para sacarlos?
Los encargados están intentando sacar los osos con patrullas
y ayudándose de perros; sin embargo, no están obteniendo óptimos resultados, lo
cual es muy desalentador, ya que se comenta que de seguir así la situación se
podría optar por sacrificar algunos animales.
Una verdadera pena, ya que los osos polares son víctimas
colaterales de los cambios climáticos.
Esperemos encuentren otra solución que no sea acabar con sus
vidas.
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