
Si quieres superar la pobreza, deja de hacerte el pobrecito.
Lograr cumplir tus sueños es una tarea muchas veces difícil,
pero no imposible, todo dependerá de la actitud que tengas y de las ganas que
le pongas, es por eso que en este artículo compartiremos con ustedes 7
actitudes que le impiden lograr esos sueños.
Vivir tus sueños es una meta que muy pocas personas pueden
alcanzar. No es que sea imposible, pero como regla general, la gente lo hace
muy mal.
Ciertas actitudes, a veces insignificantes en apariencia,
tienen el extraordinario poder de alejarte de tus sueños. Para una persona que
quiere realizar sus sueños, estos son detalles que deben conocerse a toda
costa. En las líneas que siguen, descubrirá 7 actitudes que pueden disminuir la
velocidad y evitar que una persona viva sus sueños.
#1. Ser pesimista.
¿Debería abandonarse un proyecto al menor paso? Esta forma
de trabajar es la marca registrada de los derrotistas. Si quieres vivir tus
sueños, tienes que ser el tipo de persona que ve cada fracaso como un desafío
para comenzar de nuevo. De hecho, cuando fracasa, se le ofrece una nueva
oportunidad, si acepta tomar la distancia necesaria, para reenfocar los
objetivos, refinar su estrategia, a la luz de su nueva experiencia.
#2. Ser perezoso.
Incluso para el sueño más insignificante, se requiere un
esfuerzo mínimo para proporcionarlo si desea vivirlo. Su compromiso de hacer
algo que valga la pena será acompañado por los esfuerzos que se harán. Sin
esto, es mejor abandonar la aventura ahora, a riesgo de encontrarse en un
círculo vicioso: revuelta – frustración – abandono – revuelta.
Cuanto más importante sea su sueño, más esfuerzo tendrá que
proporcionar. Por supuesto, vivir tus sueños, un desafío real que a veces
implica superarte a ti mismo, no puede ser usado por personas perezosas.
#3. Ser impaciente.
Es imposible saltarse los pasos. Sin embargo, eso es lo que
las personas ansiosas quieren lograr. En su diseño, las cosas siempre tienen la
molesta tendencia a avanzar muy lentamente. Esta forma de concebir el mundo
termina, en muchos casos, encaminando todos los esfuerzos que se pueden hacer.
No ganamos nada ganando tiempo, si es que perderemos dos veces más en el
siguiente momento.

Vivir tus sueños no es una carrera contra el reloj.
#4. Ver tu sueño como inalcanzable.
Ser realista no significa que tenga que relegar todo a un
nivel más allá de sus capacidades. Cualquier sueño que diseñe en su mente es lo
suficientemente accesible como para que pueda realizarlo. El mero hecho de que
haya brotado en ti significa que está a tu alcance.
Concretamente, puede ser necesario estructurar mejor,
reorganizarse, adaptarse a sus realidades, darse cuenta de que no era tan
inaccesible como parecía. Un paso, luego otro, luego otro, así es como tienes
que abordar las cosas.
#5. No tener metas claras.
No hay nada peor que perseguir un objetivo sin saber
exactamente dónde estás corriendo. Suena en cierta medida “tonto”. Más aún,
para que todas las acciones que plantee se tengan que tener en cuenta y se
guíen por sus diferentes objetivos.
Una vez que se establece el objetivo, debe dividirlo en
varios pasos pequeños para lograrlo sucesivamente. No olvide especificar cuánto
tiempo pasará para llegar allí y, especialmente, cómo pretende hacerlo. Con
cada pequeña meta cumplida, sentirá una sensación de satisfacción que lo
ayudará a impulsar su futuro.
#6. Ser demasiado idealista.
Para una persona que tiene un sueño que es demasiado
idealista, el camino a veces puede toparse con el muro de la imposibilidad. Si
es cierto que no hay un sueño demasiado grande, no debe olvidarse que, para
cumplir un sueño, se pone una meta, esta debe ser realista y alcanzable. La
realización en cuestión aquí toma en cuenta la viabilidad del sueño y el tiempo
requerido para lograrlo. A menudo, lo que está bloqueando es simplemente que el
momento aún no es oportuno.
#7. No establecer etapas alcanzables.
Vivir tu sueño implica que comprometes todos tus esfuerzos,
toda tu energía para que germinen. Puede tener muchos factores decisivos, tanto
que estás tentado a jugar en varios terrenos simultáneamente. La tentación es
grande, especialmente cuando quieres hacer las cosas lo más rápido posible. Sin
embargo, dispersarse a menudo es disipar la fuerza de uno. La solución consiste
en establecer etapas a alcanzar sucesivamente. Alcanzar cada meta resultará en
la próxima entrada en la lista de lo que necesita lograr a continuación. La
determinación de los plazos para cada fase ayuda a estructurar mejor todo esto
y, especialmente, a controlar el progreso de las cosas.
Excelente artículo. Gracias
ResponderEliminarExcelente artículo
ResponderEliminar