
“El paraíso y el infierno
existen sólo en tu corazón”
Hacer zazen es sentarse en
silencio a contemplar nuestra propia existencia e impermanencia. Es una de las
enseñanzas Zen, que tiene su raíz en la India y emergió de diversas escuelas
budistas. El budismo se ha convertido en una de las grandes lecciones que ha
pasado de generación en generación y más allá de ser una religión, es un modo
de asumir la vida.
La palabra zen proviene del
sánscrito y significa meditación. Sidharta Gautama meditó para llegar a ser
“buda”, es decir, el iluminado. Dentro de la filosofía oriental la vida es un
todo ligado al universo: “No se puede separar la parte del todo: la
interdependencia rige el orden cósmico”. Por ello el budismo usa la meditación
como modo de observación del mundo, más que como estrictas normas o leyes, permite
ver sin juzgar.

Ser un “Buda” es lograr
mediante estas leyes llegar a la iluminación espiritual para llegar a
experimentar el Nirvana. En Oriente y Occidente miles han seguido hasta hoy los
pasos del buda, que implican el trabajo y el estudio de uno mismo, dirigido por
un maestro. El cine es un medio para conocer un poco más del budismo para que
nuestra vida tenga la serenidad de un lago en calma o la claridad de un cielo
limpio de nubes.
“Las estaciones de la vida”
(2003), Kim Ki Duk
“El deseo despierta el ansia
de poseer y el ansia de poseer despierta instintos asesinos”
Rodada en un lago de 200
años de antigüedad, la historia muestra a un aprendiz de monje cuyo maestro le
hace pasar por las enseñanzas más severas. Las estaciones de la naturaleza se
muestran en simbiosis con las fases y estados por los que atraviesa todo hombre
en la vida. Los cuatro apartados en los que se divide la historia son un
recorrido por la vida del monje, de su niñez identificada con la primavera, el
verano que es la adolescencia, la madurez representada en el otoño y el
invierno que simboliza a la vejez.
En esta película podremos
ver las enseñanzas que se muestran como metáforas de la vida: el respeto hacia
los seres vivos, la serenidad para afrontar los miedos, el desprendimiento del
deseo de poseer, los ciclos naturales de la vida; algunas guías para nuestro
propio Zen.
“Buda explotó de vergüenza”
(2007), Hana Makhamalbaf
“No quiero jugar a apedrear.
No me gusta jugar a la guerra”
La historia de una niña
afgana nos muestra el mundo contradictorio en el que Oriente se ha sumergido.
Las estatuas de Buda han sido destruidas; una representación simbólica de un
mundo que busca destruir los ideales de una parte de la población con el fin de
dominarla. La pequeña Baktay luchará por ir a la escuela, sin embargo es
impedida debido al acoso que sufren especialmente las mujeres.
¿Por qué Buda explotaría por
vergüenza? Esta historia muestra un mundo en el cual las creencias y los
derechos, como a la educación, se ven violentados en nuestra cotidianidad. En
contraparte, nos mostrará cómo un espíritu fuerte, como el de esta niña, hará
hasta lo imposible por llevar a cabo sus sueños.

“Samsara” (2011), Pan Nalin
“¿Cómo evitas que una gota
de agua se seque? Lanzándola al mar”
Esta película aborda la
crisis que atraviesa un monje budista después de pasar años en reclusión bajo
las estrictas enseñanzas dentro de un monasterio y los quiebres internos por
los que atraviesa al decidir marcharse para tener una vida “normal”. Es una
hermosa y difícil enseñanza para un hombre que pasa de ser un monje negado a
amar, al proceso de enamoramiento como pareja e incluso el convertirse en
padre.

Esta película nos enseñará a
través de su contrariado personaje, que las lecciones de budismo no están en el
monasterio ni en la reclusión de la meditación aislada del mundo; el reto del
budismo es precisamente aplicar sus enseñanzas en los conflictos de la vida
cotidiana.
“Milarepa” (2007), Neten
Chokling
“Tu riqueza puede matarte.
La acumulación de riqueza es como un peldaño a renacimientos inferiores”
Milarepa es la película que
cuenta la historia de un monje que realmente existió. La historia del gran
maestro yogui tibetano es contada con maestría, los “Cien mil cantos de
Milarepa” son los versos por los cual este monje se hizo famoso y por los
cuales mostró el camino a la iluminación.
Una película que muestra las
enseñanzas de este hombre que por su propia vía logró la iluminación.

“Un buda” (2005), Diego
Rafecas
“Es imposible meter el mar
en tu cabeza, que es un balde”
Esta película de budismo Zen
muestra la vida de un joven de Occidente que inserto en el acelerado mundo de
la ciudad, busca huir del mundo con el fin de encontrarse a sí mismo y saber
quién es. La tragedia y la pérdida lo llevan a adentrarse en las prácticas
ascéticas del budismo que lo harán abandonar su vida, creando shock en sus
vínculos emocionales de quienes lo rodean.
Podría ser la historia de
cualquiera de nosotros, arrojados a un mundo en el cual a ratos nos sentimos
perdidos. Un relato que nos mostrará la búsqueda de la paz interior en un mundo
que pareciera obligarnos a refugiarnos en otras enseñanzas, como las de
Oriente, para recuperar la paz espiritual.

“Zen. La vida de Dogen”,
(2009) Tanmei Takahashi
“No me preguntes hacia donde
me dirijo, ya que viajo por este mundo ilimitado, donde a cada paso que doy es
mi hogar”
Esa película está inspirada
en la vida de Dogen Zenji, el maestro más importante que llevó las enseñanzas
Zen a Japón y fundó la escuela Soto en el siglo XIII. Dogen atraviesa de niño
por la pérdida de sus padres, situación que lo hará vivir grandes penas que lo
llevarán a buscar el camino de la iluminación desde muy joven, al entrar a un
monasterio. Lo esencial de esta película es mostrar el camino de un hombre
común hacia la iluminación mediante la meditación zen, como un camino único y
verdadero de encuentro consigo mismo. Este maestro fue la inspiración de miles
de budistas no sólo en Japón sino en el mundo.
Una película que puede
acercarte conocer los principios básicos del budismo y que más allá de las
épocas y territorios, son enseñanzas que pueden llevar a cualquier ser humano
al encuentro consigo mismo.

Estas películas te darán un
recorrido por lo mejor de las enseñanzas budistas. Para el budismo, el cuerpo y
la meditación es la vía por la cual se alcanza la iluminación, son la vía y el
medio para que puedas estar en conexión contigo y armonía el universo.
Entender tu propia
impermanencia te dará la serenidad para vivir asumiendo los cambios en tu
camino sólo como estaciones de la vida.
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