
Fotografías con la mirada de Miley perdida en el rostro
de Liam hay miles, pero pocas son las que muestran a Hemsworth como un hombre
enamorado de la mujer que lo idolatra.
20 fotografías de la relación de Miley Cyrus y Liam
Hemsworth 1
El amor ha triunfado y Liam Hemsworth finalmente ha
contraído nupcias con Miley Cyrus.
Cada quien tendrá su teoría, pero quienes han seguido de
cerca la evolución profesional y, sobre todo, personal de ambos personajes
saben que uno de ellos protagonizó una de las transformaciones más polémicas.
Miley Cyrus pasó de ser la dulce Hannah Montana a la rebelde y trastornada
estrella de la cual los medios siempre esperan lo peor. Además, las críticas
contra la exadolescente que triunfó en una serie de Disney no sólo juzgan su
vestimenta o sus movimientos sobre el escenario, también afirman que Miley se
ha transformado en una especie de chiste público debido a la depresión que la
agobió desde y durante su separación con el actor de The Last Song.
Nueve años después de que inició el romance entre Miley y
Liam es difícil ilustrar cada momento en la línea del tiempo, pero es fácil
identificar a través de una serie de fotografías los eventos en los que la
intérprete de "Wrecking Ball" lo dejó todo, hasta su verdadera
identidad y esencia, por el amor de un hombre.
Ellos se conocieron en el rodaje que dirigió Julie Anne
Robinson, desde entonces Miley quedó flechada y Liam le entregó su corazón.
Justo en el 2009 montones de fotografías de la nueva e inesperada pareja
comenzaron a rodar por medios digitales e impresos. Sin embargo, ver a una
ilusionada Miley admirando a Liam era una constante, pero de él nunca se esperaba
lo mismo.

Al llegar el 2010 la relación se terminó y las críticas
contra la estadounidense comenzaron, pero antes de que la bomba explotara de
verdad Liam decidió reconquistarla para que en febrero de 2011 comenzaran de
nuevo. Todo iba de maravilla y Miley se veía más contenta que nunca, de hecho
su historia de amor dio un giro importante, pues en el 2012 decidieron
comprometerse.
La idea de ser una novia de blanco caminando hacia el
altar duró muy poco, pues en junio de 2013 los jóvenes amantes rompieron
nuevamente y, esta vez, se eliminaron el uno al otro de todas las redes
sociales. Ese fue el parteaguas de la vida profesional y personal de la famosa,
quien de ser un rostro icónico por su sonrisa dulce y sus inocentes ojos azules
pasó a ser una chica de figura muy esbelta, cabello rapado, perforaciones y
tatuajes incontables, vestuarios diminutos y bailes impactantes.

En lugar de fotografías sobre Miley cargando dos vasos de
café y bolsas sin la ayuda de su novio, o buscando la mano de Liam, comenzaron
a rodar decenas de escenas protagonizadas por la también bailarina en bikers,
bra, chongos en la cabeza, un porro de vez en cuando y las nalgas de arriba
hacia abajo al ritmo de la música. Así fue como la nueva identidad de la
cantante comenzó a tomar forma y ese no fue el problema —pues la interprete
tiene derecho de ser, hacer, vestir, bailar, cantar, expresar y todo lo que
desee de la forma en la que le plazca—, sino la manera en la que su alocado
estilo iba y venía conforme cortaba o regresaba con Liam.
Pasaron los años, en el 2015 la pareja se reconcilió y
volvió a ser el par perfecto para los fanáticos de las historias románticas.
Desde entonces y con pocas fotografías que revelan cómo su compromiso no se ha
vuelto a romper, Miley ha domado su instinto rebelde y estilo original.
Tal pareciera que cada que Liam regresa a sus brazos, el
alma feroz de la rubia desaparece.
Los espectáculos de bailes sensuales, las fotografías
sugerentes, los vestuarios polémicos, las declaraciones rebeldes y su
comportamiento estoico desaparecieron poco a poco para darle pie a un peinado
mucho más convencional, un estilo maduro, un performance sutil y elegante, y
por supuesto fotografías en las que Miley no finge tener un pene, sino un
anillo de compromiso y amor eterno sobre su anular izquierdo.
Al parecer el romance se consumó en las fechas cercanas a
Navidad, quizá el 25, día de Navidad. Ella usó un vestido Vivienne Westwood,
mientras que él se mantuvo formal y sencillo. Ella lo confirmó a través de su
cuenta de Instagram. Quizá es el inicio de algo más grande.

La evolución de la artista y esta serie de fotografías
han orillado a fanáticos y el público en general ha pensar que Miley Cyrus es
otra de la mujeres que, erróneamente, pueden dejarlo todo por el amor de un
hombre que al parece no es capaz de aceptar y mucho menos amar su verdadera
esencia.
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