
Conservar
nuestra vitalidad puede sonar algo simple de hacer, pero lo cierto es que
permanentemente nos enfrentamos sin darnos cuenta a personas o situaciones que
“vampirizan” nuestra energía, nos atrapan y nos dejan vacíos.
En
cuanto lo notamos, alejarnos de estas personas en estas situaciones lo más
pronto posible nos ayudará a recuperar la salud física y mental además de la
tranquilidad espiritual.
Pero
como no siempre podemos lograr este propósito por nosotros mismos, debemos
recurrir a otras formas de solucionar este problema y nuestra sugerencia del
día es seguir los consejos del Dalai Lama, un profundo conocedor de la energía
interna que todos tenemos y que te ayudarán a evitar caer en distintas
situaciones o actitudes que confiscan buena parte de nuestro dinamismo y de
nuestra fuerza.
Muchas
situaciones que nos toca vivir a lo largo de nuestra vida, limitan nuestra
energía e incluso la dilapidan. A estas situaciones se la llama “ladrones de
tiempo”. ¿Cuáles son? Aquí te revelamos el misterio.
1)
Alejarse de personas tóxicas: Esta es una de las tareas más complicadas porque
esas personas tóxicas muchas veces forman parte de nuestro entorno más cercano:
nuestra familia, nuestros amigos o compañeros de trabajo.

Deja
ir a las personas que sólo vienen a compartir quejas. Los que únicamente hablan
de problemas, de desastres, de sus miedos o que permanentemente hablan mal de
los demás. Si alguien quiere descargar su alma, que no lo haga en la tuya.
Elige
con cuidado a quienes te rodean y aléjate de las personas que te invaden con
negatividad.
2)
Librarse de deudas: Pagar tus deudas en tiempo y forma. Y que los que te deben,
también te paguen. También puedes elegir perdonar la deuda en caso de que sepas
que las personas no pueden hacerlo. Es muy importante no deberle nada a nadie y
que nadie te deba nada.
Las
deudas generan cargas de las que debes liberarte porque sólo generan
pensamientos negativos que se alojan, pesan y no te dejan avanzar.
3)
Cumplir las promesas: Siempre cumple con lo prometido. En caso de que no hayas
podido cumplir con una promesa pregúntate qué fue lo que pasó. Todos tenemos
derecho a cambiar de opinión, a disculparnos a renegociar o a proponer una
alternativa diferente a la promesa que no se pudo cumplir.
Pero
esto no debe transformarse en un hábito. Para no caer en el error de incumplir
una promesa es preferible decir “no” desde el principio. Para evitar todo tipo
de resentimiento o arrepentimiento, debes intentar por todos los medios cumplir
tus promesas.
4)
Delegar todo lo que puedas: Libérate de todas las tareas que prefieres no
realizar porque siempre es más redituable utilizar el tiempo para hacer algo
que te guste hacer.
No
realices tareas que alguien más podría hacer. Este tiempo recuperado implica al
mismo tiempo ganar energía. Cada vez que puedas, delega.
5)
Saber cuándo actuar y cuando descansar: Permítete tomar un tiempo de descanso
cada vez que lo necesites. Hacer una pausa en un momento en que el cuerpo o la
mente te lo piden significa ganar después vitalidad para continuar con tus
tareas.
Trabajar
cansado no te reporta beneficios. De la misma manera, utiliza esta energía
almacenada en el momento indicado.
6)
Tira, ordena, organiza: Clasifica tus objetos y luego de una selección
detallada, deshazte de todo lo que no necesites. Nada consume más energía que
un lugar desordenado, lleno de cosas inútiles. Un lugar limpio y ordenado te
hace ganar tiempo y por lo tanto, energía.
Todos
los objetos del pasado guardan un recuerdo positivo o negativo. Limpia lo
negativo y quédate con lo positivo.
¡Libérate
del pasado!
7)
Cuida tu salud: Dale prioridad a tu salud porque nada podrás lograr si tu
“motor” no funciona correctamente.
Tomate
un tiempo y ocúpate de tu salud. Esto es la base de todo y cuanto mejor te
sientas más energía tendrás.
Si
estás cansado o enfermo, la energía te abandona. Cuida tu cuerpo y tu espíritu.
Los malos pensamientos pueden hacer tanto daño como la fiebre alta.
8)
Enfrenta tus problemas: Confronta las situaciones tóxicas. Acudir en la ayuda
de un amigo, enfrentar una situación familiar, tolerar situaciones negativas…
Todo esto es necesario. Nunca dejes que los problemas tomen la delantera. Ataca
las situaciones de frente porque si no lo haces pueden crear resentimiento y
otros problemas más graves.

9)
Acepta lo que no puedes cambiar: Aceptar situaciones que no podemos cambiar no
quiere decir resignarse sino dejar de invertir energía en una situación que
está más allá de nuestras posibilidades.
Sabemos
que muchas veces es difícil entender que algo no puede modificarse, pero no
tiene sentido perder el tiempo en una situación sobre la que no tenemos
control.
Nada
te impide encontrar una nueva posibilidad, pero mientras esperas; lo más
sensato es aceptar la situación tal cual se presenta.
10)
Perdónalo todo: Suelta eso que te hace daño y deja ir la situación que te
provoca dolor. Siempre puedes elegir eliminar este hecho doloroso de tu
memoria. ¡Esta sí que es una actitud muy poderosa!
El
hecho de aferrarte al resentimiento y a los dolores te priva de una gran fuente
de energía. Perdonar a los demás es difícil, pero también; es un mensaje
divino.
Libérate
del resentimiento e intenta desarrollar piedad hacia el prójimo.
Bien
sabes que el enojo y el odio no llevan a nada bueno. Piensa en el punto anterior
en donde hablábamos de la aceptación. Perdona y libera tu espíritu de un dolor
que te pesa.
Hacer
esta elección te conducirá a una vida más plena y feliz.
Seguramente
te sentiste identificado con alguno de los consejos del Dalai Lama. Piensa en
alguno en particular y felicítate por haberlo logrado al igual que, reflexiona
sobre los puntos que deberías trabajar.
No
dejes de compartir tu opinión y compartir estos sabios consejos que todos
deberíamos recibir al menos una vez en la vida.
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