
Dar un abrazo es un gesto
muy sencillo. Sin embargo, ¿te has preguntado cuánto daño puede hacernos la
falta de abrazos? ¿Cuánta angustia puede sentir un niño al que se le niega ese
intercambio humano, esa muestra de afecto?
Precisamente, esa es la idea
sobre la cual ha escrito Simona Ciraolo, dando lugar a un precioso libro
ilustrado que habla de una familia cuyos miembros creen que las expresiones
emocionales son un signo de debilidad.
El personaje principal es
Felipe, un joven cactus que solo quería un poco de afecto para ser feliz. Sin
embargo, en su familia todos creían que un abrazo era símbolo de debilidad.
Profundamente insatisfecho,
un día encuentra a un enorme globo amarillo en medio del desierto. El globo era
valiente y seguro. Sin embargo, aquella relación tan desigual estaba abocada al
desastre.
Felipe sentía un gran dolor
por haber perdido a su amigo, pero nadie en su familia le comprendía ni fue
capaz de consolarlo. Al contrario, todos le reprendieron y gritaron.
Al llegar a este punto de
inflexión emocional, harto de tanta frialdad e incomprensión, Felipe abandona a
su familia y va en busca de alguien que le quiera y entienda. Tristemente, todo
aquel con quien se topa le rechaza, se burla, se asusta... Muy pronto el joven
cactus se da cuenta de que no es bienvenido.

Así, termina solo. Al inicio
no disfruta de esa soledad que enriquece el alma sino de una soledad forzada
que le hace cada vez más daño, generando angustia y amargura. Sin embargo, con
el paso del tiempo aprende a vivir en soledad y hasta disfruta de su propia
compañía.
Entonces ocurre el milagro:
escucha el llanto de una roca, un llanto desolador que transmite una profunda
soledad.
Felipe no tiene que pensar,
sabe exactamente lo que tiene que hacer: darle un abrazo.
Aunque “Abrázame” es un
libro infantil, lo cierto es que su enseñanza traspasa las fronteras de la
edad. De hecho, se trata de una historia de Crecimiento Personal, donde su
protagonista tiene que recomponer los pedazos rotos y sobreponerse a una
infancia marcada por el distanciamiento emocional de sus padres.
Si sabemos leer entre líneas
y no nos limitamos a realizar una interpretación superficial, descubriremos que
sus enseñanzas son muy profundas:
- Por mucho daño que nos
hayan hecho, tenemos la capacidad de sanar y seguir adelante, hasta encontrar
aquello que ansiamos y merecemos.

- La desesperación y la
angustia pueden llevarnos a establecer relaciones inadecuadas en las que ambos
saldremos heridos.
- Solo cuando nos aceptamos,
cuando nos queremos tal como somos y aprendemos a disfrutar de nuestra
compañía, podemos establecer relaciones sanas y satisfactorias con los demás.
Esta historia alegórica
también es una celebración a la “suavidad interior” en una cultura que fomenta
un exterior espinoso. Se trata de un cuento que nos recuerda que a pesar de las
circunstancias, siempre tenemos opciones, y que nuestra incapacidad de darnos
cuenta de ello es probablemente nuestra mayor limitación.
Comentarios
Publicar un comentario