
La soledad se concibe como
una experiencia de aislamiento, incluso teniendo la compañía de otras personas
y puede presentarse de manera regular a lo largo de la vida. No obstante, si
este estado se desarrolla de manera crónica, puede ser peligroso.
Debido a que la vida humana
necesita de la interacción, la carencia de vínculos con otras personas puede
representar un riesgo en el aspecto social, sino en el estado de salud. Varios
estudios han asociado la soledad con problemas cardiovasculares o muerte
prematura, así como con un deterioro en las habilidades cognitivas, según la
BBC.
Y se ha vuelto tan común que
la soledad puede convertirse un problema de salud pública, debido a los efectos
psicológicos que la falta de compañía trae consigo. Tan solo en Estados Unidos,
el número de personas que dicen vivir solas, aisladas o ser incomprendidas se
ha duplicado en los últimos 50 años, de acuerdo con la revista Woman'sHealth.
Puede ser muy difícil
imaginar que exista una epidemia de soledad en una época en la que nunca
habíamos estado tan conectados. Prácticamente, la comunicación con otras
personas ya no tiene impedimento alguno, nuestros seres queridos y amigos están
siempre cerca, gracias a la tecnología y a las redes sociales.
Sin embargo, pese a que los
avances tecnológicos hayan eliminado las distancias, esta cercanía no garantiza
una conexión o una interacción reales, por lo que puede hablarse de un
aislamiento, pues se limitan los lazos verdaderos, como las amistades
auténticas.
Una investigación, realizada
por académicos de la Universidad Brigham Young y la Universidad de Carolina del
Norte, y en la que se midieron los resultados de otros 148 estudios, determinó
que quienes tenían relaciones más cercanas y de calidad tenían un 50 % más
probabilidades de sobrevivir que quienes llevaban vidas más solitarias, según
la BBC.
Uno de los sectores más
afectados por esta condición son los adultos mayores. De acuerdo con el New
York Times, en Inglaterra una de cada tres personas mayores de 65 años vive
sola y en Estados Unidos el 50 % de los individuos mayores de 85 años viven
solos.
"Ya no es ni médica ni
éticamente aceptable ignorar a los adultos mayores que se sienten solos y
marginados", aseguró la doctora Carla M. Perissinotto, geriatra de la
Universidad de California en San Francisco.
No obstante, según cifras de
Silver Line Helpline, un centro de llamadas telefónicas que trabaja 24 horas al
día para atender a adultos mayores, se encontró que los hombres pueden lidiar
de mejor manera con la soledad que las mujeres.
Además, algunas personas
pueden encontrar aspectos positivos en la soledad. Principalmente, en lo
introspectivo, ya sea como un estímulo creativo o como una condición necesaria
para la reflexión y el autoconocimiento.
Sin embargo, el aspecto
negativo de esta afección y la imposibilidad de establecer una conexión real
con otras personas son problemas que no pueden evadirse, ni interpretarse de
manera romántica, ya que pueden mermar las habilidades sociales, el desempeño
laboral y la salud.

Ante esta carencia de
relaciones afectivas autenticas, lo más recomendable es poner énfasis en la
calidad de los vínculos que establecemos con las personas que nos rodean,
incluso en plataformas digitales. Además, es necesario atender a las causas de
este problema para determinar hasta qué punto puede afectar de manera
particular y prevenir sus implicaciones negativas.
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