Lo más difícil de ser fuerte es que todos piensan que siempre estás bien



Todas aquellas personas que conocemos con gran personalidad y actitud para afrontar todo tipo de situaciones en la vida y que aunque parezcan inquebrantables también son seres humanos y en esas situaciones en las que la vida se pone difícil también necesitan de mucho amor y afecto.

Podría sonar ilógico, pero la verdad es que las personas más fuertes psicológica y mentalmente son las que seguramente necesiten más cariño y atención por parte de seres cercanos, porque estas cosas no resultan fáciles de demandar para ellas. Ellas asumen su rol con todas las consecuencias y efectos que puede generar dichas situaciones.

Estas personas son altamente capaces de soportar grandes tormentas y bajo una condición muy particular, se han acostumbrado a ser el roble de los demás, se han convertido en ese apoyo incondicional, sustento, cobijo y lo necesario para ayudar a quien lo necesite, lo que les dificulta muchas veces pedir ayuda, inclusive para no incomodar o mortificar a quienes le rodean.

Estas personas, son vistas con ojos de admiración, más que con ojos de comprensión, se proyectan capaces atravesar caminos complicados y una vez cruzados, mirar para atrás con la seguridad de que son un poco más fuertes.


Son muy conocedores de las cualidades y recursos que poseen y que han forjado a lo largo de la vida, aunque no por el simple hecho de que puedan sobrellevar las peores adversidades, sin necesitar un apoyo, sin quejarse siquiera, significa que estas personas no requieran atención, que no se sientan bien cuando alguien se preocupa por ellas, por el contrario, cuando sienten ese amor fraternal sobre sí, pueden llegar a ser el doble de fuertes.

Si eres una persona fuerte, entenderás que el afecto nutre y nos hace más fuertes, que nos da la energía que necesitamos para seguir nuestros pasos.

Así como somos personas mentalmente fuertes, entendemos que no nos quebramos cuando demostramos nuestras debilidades, no nos hacemos frágiles por necesitar cariño, nos quebramos cuando somos demasiado rígidos y tercos, por lo cual no sabemos administrar bien nuestra fortaleza personal. Nutrirnos de afecto y de amor verdadero, siempre nos hará más fuertes.



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